29 marzo 2016

espeso

Es lo malo de ponerse a escribir un tanto bebido,
que tengo que andar corrigiendo y pierdo el sentido.
No puedo ver una falta, una atención a lo escrito,
un subrayado de alerta y se me va el hilo.

Debería seguir y de cualquier manera,
y otro día transcribir todo lo que escribo,
en otro momento ser el interprete,
el mecánico de la frase para poder ser leído.

Estoy en la parte beoda y por querer ser correcto
me interrumpo a mí mismo y así no puedo explicarme,
inútilmente lo intento, me complico, me nubla el olvido
y así jamás podré decir todo lo que no digo.

Ahora ya me da igual, ni sé qué es lo que iba a decir,
ni me satisfago, ni me encuentro, ni vivo,
siento estar mal ubicado después de sentarme a sentir,
me da pereza volver a empezar así que mejor ya no sigo.




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